El Ministerio de Agricultura
estableció un programa de monitoreo de la producción de miel de abeja, con el
objetivo de que este noble alimento siga siendo, por su calidad e inocuidad,
uno de los más demandados en el mercado internacional.
Mediante la Resolución No. 07-2015,
la institución creó el Programa de Monitoreo de Residuos en Miel de Abejas en
la República Dominicana, así como el Registro de Apicultores para la
Exportación (RAEX) y el Listado Nacional de Exportadores Autorizados en Miel de
Abejas (LINEAM), con sus respectivos manuales de procedimientos de requisitos
obligatorios.
Los componentes del programa incluyen
la vigilancia y el monitoreo de residuos de plaguicidas, medicamentos y
contaminantes en miel de abejas, así como la inspección sanitaria y programas
de seguimiento a los resultados de no conformidad, debido a la presencia de
residuos ilegales de medicamentos veterinarios, plaguicidas y contaminantes en
miel de abejas de consumo nacional y de exportación.
La institución consideró la necesidad
de garantizar un nivel adecuado de protección a los consumidores de ese
alimento, así como de proteger la salud de los sectores más vulnerables de la
población, especialmente niños, embarazadas y envejecientes.
El documento designa como autoridad
competente para el diseño y ejecución del programa al Departamento de Inocuidad
Agroalimentaria (DIA), y exhorta a los apicultores, plantas de extracción,
centros de acopio, mercados, supermercados, intermediarios y proveedores de
miel de abejas a brindar a dicho departamento facilidades de acceso para la
toma de muestras, inspección y re-inspección de las unidades de producción.
La resolución establece la creación
de una base de datos en el DIA donde se ingrese toda la información
generada por el programa; la disponibilidad de sus resultados al público
en el mes de abril de cada año, así como su colocación en el Portal del
Ministerio de Agricultura.
Entre los considerandos, la
institución también cita su deber de controlar y garantizar que los niveles de
residuos de plaguicidas, medicamentos veterinarios y contaminantes presentes en
los alimentos no representen un riesgo para la salud del consumidor.
Consideró, además, que los mercados
nacionales e internacionales de alimentos de origen pecuario están exigiendo
cada vez más la definición y aplicación de estándares de uso de insumos en su
proceso de producción y manejo, así como el uso de protocolos de bioseguridad y
normas específicas de trazabilidad, para garantizar la inocuidad de los
alimentos comercializados, previo a su consumo.
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